Ni te declaro la guerra ni tú me firmas la paz.
Y el planeta baila su gangrena,
y otra vez volvieron a embarrar la fiesta los idiotas en celo y las sopranos con tos.
Y hoy me quedo mudo para oir lo que nunca te supe decir.
No perfumes tanto la verdad que si ando muerto es de tanto resucitar.
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